Y un día decidí….
Decidí investigar otros ambientes, buscar algo especial dentro de mis gustos por la Dominación. Quizá encontrar a “esa persona” que de nuevo me provoque las sensaciones no olvidadas….
Y llegué a un mundo sin barreras, mezcla de realidad y fantasía. Donde imperan los deseos escondidos, las frustraciones, las ilusiones… Y también las envidias, los odios más oscuros, la falsedad…. Todo lo que hay en la vida real multiplicado por mil y amparado por el anonimato.
Donde la amistad es tan relativa como los intereses del momento para cada cual, donde la verdad es pasajera, donde la envidia es plato del día, donde la murmuración y la infamia es el aire que respiras. Donde decir la verdad es sinónimo de equivocación.
Seguiré mirando hacia adelante, firme en mis convicciones y sin atender más patrón que mis propios deseos. Con la misma claridad de ideas de siempre y la dureza que dan los años. Esos mismos años que pusieron una capa de blanco, igual que el hielo, protegiendo mi cabeza y que hace que siga manteniéndola fría.
Podrán decir las cosas más abyectas que se les ocurran sobre mí, propagar las bajezas más recurrentes, difamarme hasta límites insospechados…..
Seguiré donde yo decida estar. Firme y con el aplomo de siempre. Dando la cara y sin esconderme, cosa que no hacen los difamadores, por cierto.
Seguiré jugando su juego y divirtiéndome con los intentos desesperados de abrir un hueco en mi voluntad.
Soy como una roca a la que el paso del tiempo ha pulido las esquinas sin que por ello haya perdido su dureza. Permanezco inalterable al frío y al calor. Sólido siempre.
Dispuesto para medirme con quien me busque.
Kraken.
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