domingo, 17 de agosto de 2008

La Primera Entrega (parte tres)

Estas tendida en el suelo ahora encogida, completamente agotada, temblando, sudorosa. La mirada perdida en algún punto de la pared blanca. Solo te mueven los espasmos que aun tiene tu cuerpo y que no puedes controlar.

Me acerco a ti y te levanto con cuidado. Te abrazo y te apoyas en mí con el cuerpo flojo. Se que aún no sabes posiblemente donde estás. Las sensaciones han sido muy fuertes y aunque podías imaginar…. todo esto lo ha sobrepasado.

Despacio te llevo andando al cuarto de baño por el pasillo, te apoyas en mí y vas recobrando la conciencia poco a poco. Me miras incrédula, estas como mareada. Te beso suavemente los labios pero te limitas a dejarme hacer…. como hasta ahora.

Todo ha sido un dejarte hacer que te ha llevado a sitios donde nunca pensaste. La confianza que has depositado en mi te ha merecido la pena; estoy seguro de que eso lo escucharé mas tarde, cuando te recuperes.

Te siento en una banqueta mientras abro el agua caliente y te preparo un baño. Estas aun como ida y necesitas relajarte. Mañana hablaremos de todo con calma. Creo que no has asimilado lo sucedido.

Te enjabono en la bañera y parece que te duermes…..Me dices…aun no has cenado. Sonrío ….

– Tú tampoco has comido nada. Tienes hambre?
– Ahora tomamos algo si te parece. Tengo preparadas algunas cosas.

Abres los ojos con una sonrisa, parece que vas volviendo a la realidad despacio. Me miras con cara de intriga aún y tu sonrisa se hace más amplia.

- Esto era todo? Te empiezas a reír…….. Murmuras…. ”Gracias. Bésame, anda, lo necesito”.

Sin pensarlo mucho, empiezo a quitarme la ropa delante de ti y me meto en la bañera poniéndote entre mis piernas, tu espalda contra mi pecho.

Echas la cabeza hacia atrás buscando ….. Un beso quizá? Te enjabono despacio con la esponja. Gimes bromeando…mmmm…… esta golosa ahora…tierna…

Te levantas y te pones frente a mi, desnuda y desafiante. Me miras con cara de picara: Cenamos algo y después hablamos si te parece……

Sales de la bañera y coges un albornoz grande….es de mi talla, lo abres: “Señor, te espero”.

Vas andando por el pasillo mientras te pones el albornoz moviendo las caderas de forma exagerada…estas de buen humor y juguetona.

Enciendes la luz de la cocina. Abres el frigorífico y empiezas a sacar bandejitas mientras te giras y me invitas a coger una botella de vino de un mueble. A mi elección. Tú también tomarás vino, te apetece ahora.

Nos sentamos en silencio a comer y abro la botella de vino, te sirvo un vaso y brindamos…por que brindamos? Tú tienes un brindis preparado…..

- Por ti, mi Señor, por todo lo que me has dado, por todo lo que me vas a dar y por todo lo que quiero que tomes de mí, que es tuyo.

Levanto el vaso y veo en ti una persona diferente. Has asumido con naturalidad todo lo que hemos ido hablando anteriormente. Ahora es el momento de las palabras y quiero saber de tus labios lo que piensas.

- No me imaginaba las sensaciones tan intensas que me ibas a proporcionar, no tenia ni idea. Hemos hablado mil veces de ello pero faltaba la realidad. Sentirte, sentir tu voz, sentirte como hombre, como me has llevado, me has transportado, sentir como haces conmigo lo que deseas y como me pongo en esos momentos, no sé decirte que no a nada, me he sentido la mas perra de todas y esa sensación me excitaba mas, quería dártelo todo, entregarte todo……

Sonrío de nuevo mientras te miro. Aceptaste ser mi sumisa con ciertas dudas acerca de lo que podría suceder en la realidad. Ahora lo sabes y ahora sé que ha empezado tu camino. Lo deseas y quieres entregarte al hombre pero sobre todo a tu Amo, verdad cachorra?

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