miércoles, 3 de septiembre de 2008

Reina de la Confusión.

Imprevisible. Así eres tú, Reina de la Confusión. No solo la tuya sino la que transmites a los demás, consciente e inconscientemente a veces también.

Contigo nada es aburrido, contigo nada es estable. Nada es lo que parece a simple vista. Siempre hay algo más.

Eres desconfiada, astuta, tenaz, aparentemente dura como la roca, impulsiva, maquiavélica…. A veces rozando la gloria, a veces la autodestrucción.

Así eres tú, Reina de la Confusión.

Tu interior esta lleno de fuego, de un fuego incontrolado e incontrolable a veces, de energías de todo tipo. Con un arsenal lleno de argucias, trampas y cebo para despistados que no dudas en usar.

Siempre en tensión, siempre dispuesta para dar la batalla, siempre alerta para acometer cualquier disparate que se te pase por la cabeza. Primero actúas y luego piensas. No mides las consecuencias, solo las sufres o las disfrutas cuando te sale bien.

Luego caes rendida, agotada de tus excesos, vulnerable y asequible. Desgastada por dentro y cansada por fuera. Sin saber donde esta el norte de las cosas y buscando la referencia de tu existencia.

Luego te paras a pensar en todo esto y te paralizas. Tu misma desconoces lo que te empuja a esos excesos y lo que te lleva a jugar con fuego. Pero nada te detiene por más empeño que pongas en ello.

Solo te puede hacer reflexionar alguien sereno, con aplomo, alguien que tu no seas capaz de demoler con tu ímpetu. Alguien que te trasmita la calma suficiente para enfriar ese volcán que llevas dentro.

Alguien que te imponga otro ritmo de hacer las cosas, que te dé sosiego, que te escuche hasta que te quedes sin fuerza en la voz y no seas capaz de alterarle con tus subidas y bajadas.

Una mano dura que te sujete y al mismo tiempo, suave. Que te tranquilice, que te acaricie pero que no tiemble cuando tenga que tirar de las riendas.

Kraken.

2 comentarios:

Anonymous dijo...

precioso

Anonymous dijo...

precioso